Sunday, July 01, 2012

SirHistorias. Robert Louis Stevenson y el ebanista Brodie

Compartimos con ustedes hoy una interesante historia que mezcla ficción con realidad. Un respetado hombre de negocios de Edimburgo que durante el día se comporta como todo un caballero pero que por las noches se transforma en un verdadero gángster del bajo mundo, junto a algunos secuaces. Es la historia del diácono (o jefe, en realidad) William Brodie, ebanista de profesión, además de funcionario público, cuya doble vida inspiró a Robert Louis Stevenson para la creación de una de sus más recordadas historias: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.


Los dejamos, con Don Alejandro Dolina y su relato (con leves modificaciones del audio original que acompaña la charla, correspondiente al programa La Venganza Será Terrible del 05-07-2011).

Escuchar el audio online, mientras siguen la lectura.

"... William Brodie era un diácono de Edimburgo nacido el 28 de septiembre de 1741, y cuentan que este hombre siempre tuvo una doble vida. De día era un próspero comerciante, un respetado funcionario de la ciudad, y de noche se redimía, porque era el jefe enmascarado de una pandilla de ladrones.
Brodie asaltaba carruajes, arrancaba las ganancias de las prostitutas y seguía a los tahúres triunfantes a la salida de las timbas para afanarles [no va a seguir a los que pierden].
Dicen que durante toda su vida Robert Louis Stevenson había estado obsesionado con la historia de este hombre. Stevenson creció en Edimburgo, en donde una calle lleva el nombre de Brodie en honor a aquel ebanista tan extraño.
 
(Robert Louis Stevenson)
Stevenson se crió en una habitación en donde había un antiguo armario fabricado por Brodie. El reconocido escritor conocía perfectamente los antecedentes de este caballero de dos caras y a los quince años escribió una historia que se llamó “Diácono Brodie, la doble vida”, y era un texto que se convirtió luego, con la colaboración de un tal William Henley, en una pieza teatral que tuvo un éxito moderado en Londres, New York y Filadelfia. Esas obras, nos dice Jorge Luis Borges, prefiguraron la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
 (William Henley, colaborador de Stevenson y quien inspiró a otro recordado personaje del escritor escocés)
En estas creaciones primigenias, más que la aparición de un ser monstruoso en la noche, se desplegaba la aparición del hombre y su deseo, sin la máscara que le imponía el mundo diurno. Las perversiones, el éxtasis, el desenfreno, vinieron después con la escritura de Jekyll y Hyde.
Antes de la aparición de la historia que lo consagró, Stevenson no estaba muy seguro de haber desarrollado bien a Brodie. En una noche de 1885, Stevenson tuvo una pesadilla: había soñado la escena de la primera transformación de su personaje. Se encerró entonces en un estudio durante tres días para escribir El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Probablemente la pesadilla de Stevenson fu inducida por unos seres llamados Brownies que eran unos hombrecitos serviciales de color acorde con su nombre (marrón) que solían visitar las granjas de Escocia y durante el sueño de las familias colaboraban en las tareas domésticas. (más sobre estos seres, una suerte de duendes solidarios, pueden leer en ESTE revelador post).
Stevenson afirmó una vez que había adiestrado a sus propios Brownies para que lo ayudaran en el oficio literario. Entonces, cuando él soñaba con los hombrecitos pardos, éstos les sugerían ideas para sus obras. Y entre las ideas figuraba esta pesadilla citada.
Volviendo a la historia del ebanista, debemos decir que el Diácono Brodie no pudo sostener durante mucho tiempo su doble vida. Debió abandonar precipitadamente Edimburgo porque un miembro de su banda nocturna, al ser echado del grupo, se dirigió a la policía para acusarlo. 
 (Escultura en homenaje a Brodie, convertido en uno de los personajes más populares de Edimburgo)
Un mensajero del Rey fue despachado para perseguir a Brodie. En Londres, el ebanista pudo eludir dos veces a este investigador y luego se embarcó hacia el continente. Pero los pasajeros vieron su rostro en carteles que pedían su captura y dieron aviso a las autoridades.
Finalmente lo encontraron escondido en el aparador de un almacén de Amsterdan (Holanda).
Se le hizo un juicio y como se había decidido que el proceso no podría ser prorrogado para evitar una fuga, los jueces lo interrogaron durante veintidós horas seguidas.
Pese a los intentos de Brodie por eludir las acusaciones, ostentando esa estampa diurna de ebanista, de hombre de negocios, la justicia lo halló culpable y fue sentenciado a la horca.
Como dato curioso cabe mencionar que una vez apresado fue encadenado al piso de su celda.
Durante la mañana prevista para su ejecución William Brodie comió de buena gana, y salió con buen humor a cumplir con su sentencia.
En verdad estaba seguro de que podría burlar a la muerte: porque Brodie había deslizado un tubo de plata en su garganta para evitar la asfixia. Además, había sobornado al verdugo para que pusiera la soga de tal modo que no fracturara su cuello y había sobornado también a un médico para que lo reanimara luego. [Por qué no sobornó a los jueces, ya que estaba, para que lo declararan inocente].
Y a pesar de estos mecanismos que puso en práctica, Brodie quedó colgando un buen rato y una vez que los mirones y las autoridades se retiraron, cosa que tarda en suceder, la soga fue cortada, sus amigos lo pusieron en una carretilla y lo condujeron con rapidez al médico sobornado para que lo reanimara.
Y aquí las opiniones se dividen: según algunos, Brodie sobrevivió, fue visto vagabundeando en París algunos años más tarde; otros dicen que los trucos no funcionaron y el doctor contratado no pudo revivirlo, y que su cadáver puede ser encontrado detrás de la Capital del Bienestar en Edimburgo.
En la Corte de Justicia, de todos modos, se conservan la linterna y el juego de ganzúas que Brodie usaba en sus correrías nocturnas (lo cual no confirmada nada pero que es un dato es un dato).
Si es que Brodie murió ciertamente en aquella jornada, lo hizo a los 47 años de edad ...".
Luego Dolina comenta algunas opiniones que Borges vertió en torno a la versión cinematográfica sobre el clásico de Stevenson protagonizada por Spencer Tracy. Decía que el error que se cometía consistía en que el mismo actor personificaba a los dos personajes. Él consideraba que era indispensable que dos actores distintos lo interpretaran. Sin embargo, así se ha hecho tradicionalmente en casi todas las versiones que se han filmado.
Finalmente, en la charla pueden escuchar las reflexiones de Dorio acerca de la historia.
Acompaña el audio el tango “Como dos Extraños”, en la voz de Horacio Molina.

Si alguno quiere bajarse el audio completo de la charla, no tiene más que seguir ESTE link y proceder a su descarga.

Si lo quieren escuchar online en algún otro momento, ACÁ el enlace que los lleva a tales menesteres.

También, si lo desean y porque puede resultar más cómodo, pueden escuchar la misma charla a través de ESTE link en youtube. 

Bonus track:
AQUÍ pueden visitar un post en donde se habla sobre El extraño caso del Ebanista Brodie. 
A propósito de Henley, a quien le amputaron su pierna izquierda tras sufrir tuberculosis de pequeño, el hombre que colaboró con Stevenson en el cuento del Diácono Brodie y en otros más, también le sirvió de inspiración al escritor para su personaje de Long John Silver, (o John Silver, el Largo), protagonista principal de otra de las sus más recordadas obras: La Isla del Tesoro.

Saludos.
SirThomas.

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