Ya hemos hablado acerca de los aspectos negativos que tenía la Estación Tribunales del Subte, Línea D, tanto que la catalogamos como
La Peor Estación.
Pero hoy hablaremos sobre algunas ventajas que tiene la estación citada ut supra.
El primero tiene que ver con la "ida", o sea con el trayecto que hago desde Congreso de Tucumán hacia Catedral. Se refiere a que, por lo general, en Tribunales suele bajarse un considerable número de pasajeros, entre cuatro o cinco personas promedio por vagón (o por puerta, en realidad) lo cual acrecienta las chances de que uno descienda cómodamente y sin demasiado apuro del subte. Resalto esto, porque en otras estaciones intermedias quizás se dificulte un poco más esta cuestión, ya que un alto porcentaje de los pasajeros del subte suele hacer todo el recorrido (de cabecera a cabecera) o bien un 85-95 % del mismo. Queda claro?
Para clarificarlo aún más: Sir se sube en Congreso (siempre hablando de la ida) y se baja en Tribunales, donde bajan varias personas, él aprovecha y se manda detrás de ellas y con el impulso que eso conlleva logra bajarse sin problemas. Otra persona, cualquiera, le podemos poner Belisario (Agulla, actual tryman del torneo de Rugby de Primera de la URBA) si quieren, se sube también en Congreso (de Tucumán) pero su estación final es Facultad de Medicina o Callao, o alguna anterior (que sería aún peor para lograr su cometido) y como no desciende tanta gente como en Tribunales, se le dificulta un poco más la tarea, debe maniobrar de otra manera su cuerpo para hacerse paso entre los demás pasajeros, arribar hasta la zona de las puertas y bajarse del vagón. Supongo que ahora se entenderá cabalmente, sino ... pregunten y trataremos de hacérselo entender incluyendo gráficos a todos color.
El segundo punto positivo que tiene la Estación Tribunales, del Subte, Línea D, tiene que ver con la "vuelta", con el retorno al hogar. Esta vez, al contrario de la ida, como ustedes podrán perspicazmente concluir, la estación inicial es Catedral y la final, Congreso de Tucumán (cambiando radicalmente el sentido en el cual se dirige el subte, para ser aún más expeditivos en la narración de los hechos [?]).
Toda esta introducción (?) para hacer otro párrafo a manera de introducción también, más allá de que gramaticalmente esto no pueda ser posible, o sí, no lo se (?).
[Párrafo introductorio o de aclaración previa al segundo aspecto positivo que destacaremos de la Estación Tribunales, del Subte, Línea D]
Como alguno de ustedes sabrá (el resto se enterará ahora y aprenderá algo nuevo, con lo cual ya estaría cubriendo su cuota de "todos los días se aprende algo nuevo") en el Subte, Línea D, como también ocurre en otras líneas, los vagones suelen abrir sus puertas mayoritariamente por alguno de sus dos costados, o bien la izquierda o bien la derecha, dependiendo de la dirección de la formación (sea que viaja hacia el norte o hacia el sur [?]). Y en algunas pocas estaciones dentro del recorrido habitual, nos encontramos con los famosos "andenes centrales", en los cuales el vagón en vez de abrir sus puertas por el lado habitual, lo hace por el contrario, en una demostración de pura rebeldía adolescente.
[Fin del párrafo introductorio o de aclaración previa al segundo aspecto positivo que destacaremos de la Estación Tribunales, del Subte, Línea D]
Ahora sí, estamos en condiciones de comentarles el segundo aspecto positivo que destacaremos de la Estación Tribunales, del Subte, Línea D.
Cuando ingresamos al vagón lo hacemos por el lado contrario al que lo hace la mayoría de los pasajeros, porque el anden de la Estación Tribunales, del Subte, Línea D, justamente es uno de los andenes centrales que se pueden encontrar en la línea (los otros son Pueyrredón, Plaza Italia y Palermo, que nunca recuerdo su orden exacto, sea que esté yendo o viniendo).
Qué ventajas tiene esto?
Bueno, que al ingresar por el lado contrario no tenemos que "luchar" contra la marea de pasajeros que intenta descender y/o/u ascender del vagón, que en las siguientes dos estaciones (Callao y Facultad de Medicina) suele crecer bastante (la marea), sumado a que además por lo general poca gente suele subirse en la estación Pueyrredón (que como dijimos también tiene andén central, con lo cual las puertas se abren del lado por el que entramos nosotros) lo que nos lleva a concluir que, más allá de las incomodidades habituales de viajar en subte en horas pico (si hablamos del retorno al hogar, estamos hablando de la franja horaria que va de las 18.10 a las 18.30 [hora de ascenso al subte]) por algunas cuantas estaciones nos "libramos" de la lucha contra la marea de pasajeros y podemos viajar un poco más cómodos.
PD: Obviamente que la ventaja se da cuando uno no tiene que descender en Callao o Facultad de Medicina, donde se complica bastante el descenso por lo mencionado en la explicación correspondiente. Ya después de Pueyrredón, estas dificultades se hacen menores, y luego ya de Scalabrini Ortiz hasta el final del recorrido casi desparecen. Entendiendo como dificultades para descender a "el riesgo latente que puede existir de no poder descender en la estación que uno quiere", algo que de todas maneras es casi imposible que suceda y yo de hecho no lo he sufrido o he sido testigo de que sucediera (digo, de verse obligado a continuar en el vagón ante la imposibilidad de poder descender).
Saludos.
SirThomas.